María

Estuvo todo bien, pero me pareció que la carta era muy limitada para una pareja como nosotros (yo no suelo comer carne, y mi marido, al tener anisakis, solo puede comer pescado y marisco si han sido previamente congelados). La carta de pescado era muy reducida, ya que constaba de 4 platos me parece, dos de los cuales eran para dos personas, pero no podíamos pedirlas porque el restaurante no cumple con la legislación nacional que exige que se congelan todos los productos de mar. Además no había NI UNA opción vegetariana, ni siquiera un revuelto o una tortilla, por lo tanto al final pedimos carne, que todo sea dicho, estaban buenísima.

Lo mejor,la atencion y amabilidad de la persona que nos atendio Los platos,un poco decepcionantes,poca complicacion,simples,y en relacion al precio escasos sinceramente ,por comentarios de amigos,esperaba algo mas

Confirmé la reserva el 24 de Mayo a las 14,30. El día 25 de Junio, fecha de la misma, a las 14,15 estábamos en la cafetería la familia tomando un aperitivo. Después de dar dos toques de atención, nos pasaron al comedor a las 15,40. Lo primero que sirvieron fue un plato de alubias, a petición nuestra, para uno de los niños fue a las 15,55. Los entrantes del resto se empezaron a servir a las 16, 00. Entre los entrantes y el plato principal pasaron 20 minutos. Terminado el plato principal tuvimos que reclamar por dos veces el postre. Salíamos a las 17,55. Todo esto teniendo en cuenta que era una comida acordada, salvo lo de los dos niños, una semana antes. El año anterior celebramos, en el mismo sitio, otra comida familiar. NUNCA MAS

Estuvieron muy atentos y nos explicaron todos los platos que tienen, sus tapas premiadas entre otras. Nos recomendaron y acertaron. El local muy bien decorado y el personal muy competente.

Calidad, atención y servicio perfecto

Trato amable y comida excelente

Creo que acertamos en la elección del restaurante para celebrar con nuestra familia nuestra bodas de plata. Estuvimos en un reservado, perfecto para la dieciséis persona que eramos. La comida estuvo fenomenal y el trato también. Aprovecho para destacar la profesionalidad de Jessi y a la vez que es una persona muy atenta con las personas a las que atiende. Volveremos porque el arroz con bogavante hay que comerlo otra vez. Saludos

Muy buena comida y buen ambiente

Todo muy bien los pescados excelentes lo recomiendo

Intentan cuidar el detalle pero tienen grandes fallos. El personal es amable pero se nota la falta de experiencia. Los platos de carta no alcanzan el nivel que el chef pretende y desde luego no están a la altura de su precio. Los menús, Rojo, Verde y Azul, son sólo para grupos y previo encargo. El vino de la casa, un crianza de 10€+IVA, conviene evitarlo a toda costa. Lástima; el sitio es muy bonito.

todo correcto, la pena es que estábamos solo dos mesas y da la impresión de estar desangelado, aunque por otro lado , así la dedicación fue exclusiva y seguro que volverermos

Excelente elección para comer o cenar. Perfecto ambiente, excelente comida y trato exquisito. No se puede pedir más. Repetiré

Platos tradicionales cocinados de forma espectacular y un trato exquisito.

Surtida carta de vinos y menu suficientemente amplio, no demasiado (creo que no debe serlo) con habituales fuera de carta dependiendo del mercado. Muy agradable el sitio y el trato muy atento. Ideal para comidas de negocios y celebraciones familiares no multitudinarias

El restaurante está bien situado, cerca del Museo Casa Cervantes de Valladolid, una zona tranquila en el centro. Nos atendieron muy rápidamente y nos recomendaron bien. A pesar de que el restaurante estaba lleno, el servicio fue eficiente en todo momento.

Experiencia muy recomendable en todos los sentidos. Volveremos sin duda cada vez que pasemos por Valladolid, me quedé con ganas de probar muchos platos. Ensalada de pulpo, crepe de txangurro, rape con piñones y helado de almendra y piñones espectaculares.

Una cena estupenda. El servicio atento, cercano y muy eficaz. La cena en su punto y abundante. Los boletus con foie melosos y la salsa del magret deliciosa. El único pero fue la cercanía de la mesa a la cocina y su escasa iluminación. Sin embargo el camarero buscó una luz indirecta para corregirlo y podríamos haber cambiado sólo con pedírselo. Nos encantará volver.

Buen ambiente, excelente atención y platos deliciosos. Un sitio al que volver

Ambiente muy agradable con un servicio muy atento y una cocina muy conseguida.

El restaurante no tenía constancia de la reserva. Estaba lleno y tuvimos la suerte de que nos pudieron preparar la mesa más cercana a la entrada del comedor. A pesar del biombo entraba algo de frío.