Martinot

Tanto mi padre como mi suegro nos habían hablado de éste local. Mi padre por que almuerza allí todas las semanas, y mi suegro por que le llama la atencion la de ciclistas que, como él, coinciden allí. Decidimos ir por llevar a unos amigos madrileños que querían comer paella de verdad y no ha decepcionado. Tal cual la paella de mi abuela. Tal cual la ensalada de mi tía. El pan, el allioli... Todo! Ha sido como comer en casa pero sin tener que fregar los platos. El personal muy simpático y atento. <3

Producto inmejorable, trato familiar y amable, platos y elaboración tradicional a precios más que competitivos, si buscas comer bien con esas premisas es tu sitio.

Buena comida casera, paellas, clochinas, tellinas y recomiendo el tomate con ventresca.

Cenamos de tapas y estaban muy buenas, repetiremos.

La reserva funcionó sin problema alguno. El servicio del camarero que nos atendió fue muy cordial y muy servicial. La paella de arroz a banda, buenísima. El allipebre se queda corto ,porque estaba muy bueno de sabor, Y la ensalada muy completa y la ventresca deliciosa. Y el pan crujiente, un acierto, para ponerte el tomate encima. La única pega era que no tenían en el postre su flan de coco, que lo hacen de maravilla. Aunque la piña natural,, que pedí estaba muy bien de sabor, lo cual se agradece. Es un sitio para volver.

Es un sitio acogedor dónde ir es un placer y siempre nos atienden como en casa

El mejor arroz caldoso que hemos probado desde hace tiempo, para repetir en la próxima visita. Como recomendación, incorporar helados artesanales como parte del poste,

Sitio estupendo, todo exquisito y sobre todo la atención. Un 10!!

Todo riquisimo. Ha merecido la pena. El precio muy bien. Volveremos

el servicio muy lento y los manteles muy sucios y moscas